Una religiosa de misión

Salvador Bravo Oe4-169 y José María Alemán
Quito, Ecuador

INFO

Una religiosa de misión

 

María Emilia Escobar Villada, conocida en Solanda como Madre Emilia, es una religiosa colombiana que nació en 1947 y ocupa el octavo puesto entre 12 hermanos. La religiosa pertenece a la Congregación de Religiosas Jesús María y comenta que su vocación nace cuando tenía 12 años:  “Desde muy pequeña me gustaba rezar, reunir a los niños del campo y darles catecismo, me gustaba compartir mucho con la gente de mi comunidad y me gustaba ir siempre a la adoración con el Santísimo.”

Un sacerdote de su comunidad fue quien le impulsó a afianzar su vocación. Él le había llevado a un convento de clausura porque creía que ella podría ser parte de esa comunidad, pero cuando llegó a este lugar – explica - sintió que no pertenecía ahí. Después de este suceso conoció a las Religiosas de Jesús María. Cuando llegó a uno de los colegios regentados por la congregación su experiencia fue cautivadora, resalta que Jesús María es su vida y será su casa para siempre. 

 

 

En Solanda es muy apreciada por las actividades que realiza. Todos los días visita las familias, enfermitos y personas necesitadas de la parroquia. “Siempre estoy pendiente de que mi comunidad esté bien. Creo que Dios me ha regalado el espíritu de acogida con todas las personas”, menciona. 

Su tiempo en nuestra parroquia se acorta, ya que viajará a Colombia para continuar con su misión. Al finalizar la entrevista expresó un mensaje acompañado de la parábola del buen sembrador: Deseo que toda la parroquia siga creciendo espiritualmente, que trabajen con más ganas, que hagan un apoyo mutuo entre los grupos y especialmente con el señor párroco”. Su servicio ha dejado muchas semillitas sembradas y que, según Madre Emilia, nuestra misión es cuidar y hacer que esa semilla se fructifique para que podamos cosechar esos frutos.

Se va muy agradecida y nos hace una invitación:

“Quiero agradecer a toda la comunidad de Solanda por la acogida y cariño que han tenido con mi persona, tengan en cuenta que siempre estaremos unidos a través de la oración. ¡Los espero en Colombia con los brazos abiertos!”

 

Pastoral de Comunicación
Parroquia San Ignacio de Loyola